
Rojo oscuro. El color de la sangre. Rojo pasión... Yo lo se, que he visto tantas veces ese color, y debo confesar que me aterra aquel liquido de olor fuerte... Pero sin embargo, disfruto sentirlo, tocarlo, lamerlo. El psiquiatra dijo que lo que yo hacía no estaba bien, había una especie de desorden en mi cabeza. Al final, solo dijeron que era depresión y me pidieron tomar medicamentos, y no cortarme mas las muñecas.
Tan ocioso yo, sin tener nada que hacer, sin ganas de nada... Empece a extrañar el color rojo, quería sentirlo otra vez, lo necesitaba. Jugar con la sangre? es divertido. Puedes escribir tantas cosas con tu sangre... El nombre de tu persona amada en la pared, y un corazón que dice "Me hice daño por ti". Mis viejos llegaban, y me castigaban. Lo hacían por mi bien. Tenía que dejar de lastimarme.
Pero no había forma de tranquilizarme. A mi me encantaba abrirme las muñecas. "Enfermizo" pensarán... pero cuando estas demasiado hundido en pena, nada te importa, ni el dolor que puedas sentir. Dolor = desahogo. Así lo veía yo. Mi cura, mi remedio, mi liberación... Supongo que llegue al limite, cuando manche todas las paredes con sangre. Me enviaron otra vez al psiquiatra, mientras yo le suplicaba a mi madre que no "Ma' no! no quiero ir! el Dr.Freud me hace hablar con títeres". Pero a ella le daba igual, y me mandaba con el odioso tipo ese.
El me pregunto ¿Por que te lastimas? ¿Cual es tu depresión? yo no respondía... me quedaba callado, con lagrimas en los ojos. Aquella noche, estaba en mi habitación solo otra vez. Escuche a mis padres discutir, me tape los oídos y cante esa melodía que me gustaba tanto. Odiaba oírlos discutir, me parecía tan aburrido... Mi padre se fue azotando la puerta con brusquedad, y mi madre lloraba desconsoladamente. Oh, que drama! y yo estaba en mi habitación, jugando con la sangre de mis brazos otra vez